lunes, 29 de diciembre de 2008


Fiestas
gastronómicas.
El simple placer de comer ya es algo que, digamos ''marca''. Esos nuevos sabores, las nuevas texturas, los nuevos olores.
En estas vacaciones no he perdido la oportunidad de probar muchas cosas (también, porque las cosas han venido como han venido)
Empezando por mi delicia mundial, el shushi, pasando por un delicioso Carpaccio de buey con parmesano en el restaurante Botticcelli (en Burriana) de aquí animo a la gente a que no haga ascos a las comidas solo porque puedan estar algo crudas (siempre que no de agonía). Fui hace poco a casa de unos franceses a cenar, prepararon una comida francesa, llamada Raclette, patatas hervidas por una parte, y por otra, hay que fundir queso y tirarlo por encima de la patata, y mezclarlo con algo de embutido... HAMBRE, verdad??
Podría seguir hablando de un restaurante al que fui (El Cep) especializado en setas y boletos, (Balaguer) relacion calidad-delicioso-precio-atencion al cliente-ambiente perfecto.
Con esto solo intento animar a probar sin ningun reparo, claro que sabiendo siempre lo que comes, pero sobre todo mente abierta.

3 comentarios:

Mar. dijo...

Clarita!
Mañana... "tarde de chicas"!
Yo también t'aime (porque se escribe así, ¿o no?).

:P!

P. dijo...

je t'aime??

P. dijo...

sí, sí.
pero que nos quiten el McDonald's de esta mañana..