Veo ahora la oportunidad, ahora que te tengo a ti, se que no necesito nada más. Si tú pudiste comprender, si tú pudiste querer, si tú me miraste con alma limpia, si tú me miraste con pureza, si tú quisiste unirte a mi alma negra, si tú, que no deseas mal a nadie, que eres limpio de corazón, un milagro de la humanidad, me quieres a mi lado tanto como yo te quiero a mi lado, supiste ver algo más en mí, y quiero devolverte el favor, hacerlo lo mejor posible. Cuando yo fallé ahí estabas tú, para darme tu soporte, para superar también tus inocentes fallos conmigo, crecer juntos, vivir y sentir juntos. Si tú pudiste entender que una flor es una flor, si pudiste entender que lo único que nos cubre la cabeza es el cielo, si viste luz en una mirada, y no preguntaste más, no quisiste ver más, porque entendiste que luz era lo que había y lo que veías.
Ahora entiendo que la vida me ha dado un regalo que no puedo rechazar, un regalo que cualquier mortal desearía, tener al lado a un humano que supera los límites de lo divino.
[...]
Ahora es la oportunidad de volver a la luz, me siento en paz. Quiero quedarme un momento a solas, vuelvo a sentir mi corazón en calma, late, late como un tambor, con ritmo riguroso, acompasado, puedo cerrar los ojos y oírlo como si fuera una dulce melodía, vuelvo a sentir la piel limpia acariciada por el viento, un viento que me invita al sueño, vuelvo a oír los sonidos de la naturaleza, y a entender lo que dicen. Miro hacia el cielo, nunca lo vi tan grande, ni tan azul, ni tan luminoso, haciéndome creer en la eternidad de las cosas, entendiendo que son eternas porque mueren, que soy eterna porque un día regresaré, volveré a ser polvo de estrella, y lo seré todo, y quiero compartir esa totalidad contigo.
Vuelvo a la luz, me has llevado a la luz, ahora vivo en la luz.
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